Lo que trae la fusión de los más grandes en cajeros automáticos

El año pasado se dio un negocio clave en el mundo de la tecnología, el sistema financiero y el retail. Luego de más de dos años de trabajo conjunto, la firma estadounidense productora de cajeros automáticos y soluciones de punto de pago, Diebold, adquirió la firma alemana Wincor Nixdorf en un negocio cercano a los US$2.000 millones.

Las dos compañías se compaginan perfectamente. Cada una por su lado vendía US$2.500 millones, lo que quiere decir que fusionadas llegarán a un nivel de ventas de US$5.000 millones. Además, la antigua Wincor Nixdorf era fuerte en Europa, mientras que Diebold dominaba las Américas y Asia.

Los portafolios también eran complementarios, pues Diebold es muy fuerte en Finanzas, ofreciendo software, cajeros y gestión, mientras que Wincor Nixdorf tenía, además de negocios con la banca, importantes clientes en el segmento de retail.Al integrarse, la nueva compañía quedó constituida como una firma de verdadera talla mundial y con enormes posibilidades de crecimiento, tanto en el segmento de banca como en el de comercio.

“Son compañías totalmente complementarias y la fusión les abre unas enormes posibilidades de crecimiento en muchas regiones del mundo”, explicó Octavio Márquez, vicepresidente senior y director general para las Américas de la firma.

En el caso de Colombia, la fusión se concretó este año y esto significó que la nueva empresa quedara prácticamente con el dominio del negocio de cajeros automáticos, pues 8 de cada 10 máquinas de estas en el país son de ella. Además, cuenta con una presencia importante en el segmento de cajas de recaudo, software y servicios de mantenimiento. Esto llevó a que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) avalara la fusión en el país, pero bajo la condición de que eliminara cualquier cláusula de exclusividad de sus contratos o de que no obstaculizara el uso de software de otras compañías en sus cajeros o de servicios de mantenimiento distintos a los que provee la nueva compañía fusionada.

La firma fusionada se quedó en Colombia con casi 13.000 cajeros y otras máquinas, como las agilizadoras de pagos para empresas de servicios públicos o parqueaderos, cajeros recicladores y otros aparatos logísticamente inteligentes. Tiene presencia en 930 municipios, de los cuales 78 son ciudades grandes o medianas.

La compañía actualmente ofrece sus productos y servicios no solo a bancos como el BBVA, los del Grupo Aval, Bancolombia y Davivienda, sino también a la red de cajeros Servibanca y a importantes actores del retail, en las cajas registradoras del negocio tradicional y de los hard discount. Allí están Koba, Cencosud, Fedco, Tenis y hasta las farmacias del grupo Cafam. De otra parte, esta compañía está acompañando las incursiones en el país de marcas importantes como H&M y Decathlon, a las que les facilita software y máquinas para los puntos de pago.“Colombia es una gran oportunidad. Es un mercado en una transición que le abre un futuro prometedor. Debemos seguir invirtiendo y creciendo en el país”, explicó Márquez.

El negocio de cajeros automáticos, como muchos otros sectores de tecnología y finanzas, está enfrentando enormes desafíos y, producto de ello, una transformación radical.

La tendencia es convertir los cajeros automáticos en centros de servicio, donde no solo se retira dinero, sino se hacen transacciones como transferencias, pagos de servicios públicos o de impuestos.

Una de las novedades en este frente es la aparición de los cajeros recicladores: se trata de máquinas que, además de entregar billetes, reciben consignaciones y hacen el arqueo, lo que significa que el dinero consignado queda a disposición para nuevos retiros.

Esto representa ahorros importantes para los clientes de la compañía (bancos y otras instituciones financieras), porque básicamente se reducen las necesidades de transporte de efectivo y seguridad.

Los cajeros de Diebold son producidos en Alemania y Estados Unidos, donde las compañías tienen sus dos principales fábricas.

“Los bancos están sufriendo una enorme presión de costos por cuenta de los retos tecnológicos y regulatorios en todo el mundo. Por esta razón tienen que transformarse. De otra parte, el retail también está sufriendo presiones similares que imponen necesidades de cambio. Por ejemplo, Wal-Mart venía mostrando caídas de las ventas en los últimos años y en su más reciente vigencia empezó a crecer de nuevo, gracias, especialmente, a la división de comercio electrónico”, señaló Márquez. Para el empresario, la clave está en la capacidad de ofrecer soluciones para que los clientes logren enfrentar tales desafíos.

“Ahora la dirección de los negocios gira en torno al cliente, que hoy es muy distinta a la tradicional”, explicó.

Mikel Alberdi Arrizabalaga, vicepresidente de Diebold Nixdorf para las Américas en países de habla hispana, explicó que la compañía está concentrada en mejorar la experiencia de sus clientes, que todos los días están tratando de resolver una situación cambiante, por cuenta de las transformaciones tecnológicas y en las costumbres de consumo de las personas.

Dentro de las nuevas tendencias está la de vincular la tecnología de los cajeros con las facilidades de la red celular para asegurar mejores servicios a los usuarios, con mayores niveles de seguridad y verificación.

Una de las preguntas que muchos se hacen sobre el sector es si las nuevas tecnologías implican que en algún momento desaparezca el uso de efectivo.

Según Márquez, esta no es una posibilidad, porque las sociedades siempre van a necesitar cash para resolver muchas de sus operaciones. Citó el caso de varios países nórdicos donde habían hecho una apuesta por reducir el manejo de efectivo; allí no han logrado llevar a cero el uso de los billetes. Este hecho es más evidente en Latinoamérica, donde al menos 25% de la población todavía ni siquiera tiene acceso a los servicios bancarios, lo que significa que todas sus operaciones están fundamentadas en el uso del efectivo.

“Hoy los cajeros automáticos no son solo máquinas que dan efectivo. Allí se puede consignar, girar cheques o abrir cuentas”, comentó.

El otro desafío es el de la seguridad. Según él, cada vez más su empresa tiene que prepararse para quienes quieren dañar los cajeros para tomar el dinero que guardan y también contra los que realizan fraudes electrónicos. Por eso son claves todas las inversiones que hacen para darle mayor seguridad a la integración de las aplicaciones móviles con el cajero. “Nos corresponde blindar el ecosistema del cajero. Para ello hemos hecho desarrollos, como lectores diferentes de tarjeta, porque es claro que nos estamos preguntando siempre cómo garantizamos la seguridad de las operaciones”, señaló Márquez.

Sin lugar a dudas, este negocio está enfrentando enormes desafíos. La integración de dos firmas en la nueva Diebold Nixdorf muestra el reacomodo del sector con el fin de responder a los nuevos requerimientos. Por los niveles de ventas, por los sectores a los que sirven y por su impacto en el día a día de la gente, se trata de un negocio contante y sonante.

Vía: dinero.com